La Importancia de la Criminología en la Política Criminal

 



La criminología, la disciplina interdisciplinaria que estudia el fenómeno del crimen desde diferentes perspectivas, desempeña un papel de gran importancia en la formulación de políticas criminales efectivas en la sociedad actúa. En un mundo donde la criminalidad presenta desafíos constantes y complejos, es necesario que la política criminal evolucione para abordar de manera efectiva las necesidades cambiantes de la sociedad; sin embargo, con frecuencia, la política criminal se encuentra estancada, arraigada en enfoques obsoletos que no logran abordar las causas fundamentales del crimen ni ofrecer soluciones adecuadas. Por lo cual, la criminología es considerada un medio para salir del estancamiento en la política criminal, en donde se busca que los Estados y gobiernos puedan comprender las causas del crimen y diseñar intervenciones eficaces, ya que la seguridad es un derecho fundamental para todos.

Esto es mencionado por Donnini (2015) quien afirma que:

Si no garantiza la seguridad el Estado no tiene razón de ser: la seguridad de los ciudadanos y de las personas en general, antes aún que la propia. Ya que la seguridad es una precondición del ejercicio o de la conservación antes que de todos los otros derechos, esta tiene un valor casi originario de pretensión hacia el Estado. (p.61)

 

Influencia de la Criminología en la Política Criminal

Primeramente, se puede considerar que la criminología proporciona una base sólida de evidencia empírica sobre la naturaleza y la prevalencia del crimen, a través de diferentes métodos de investigación, como encuestas, análisis estadísticos y trabajos de campo, los criminólogos pueden identificar patrones, tendencias y factores de riesgo asociados con la delincuencia. Esta evidencia es fundamental para informar la toma de decisiones en materia de políticas criminales, ya que permite a los responsables de formular políticas comprender la magnitud del problema y priorizar recursos de manera efectiva.

De igual manera, una comprensión profunda de las causas subyacentes del crimen es esencial para desarrollar políticas criminales eficaces, en este caso, la criminología ofrece una variedad de perspectivas teóricas, desde enfoques biológicos y psicológicos hasta sociales y estructurales, que ayudan a explicar desde diferentes puntos de vista el porqué de los comportamientos delictivos. Distintas áreas de la Criminología son necesarias para identificar las raíces del comportamiento delictivo y orientar las políticas hacia soluciones más integrales y sostenibles, al examinar factores como la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, la disfunción familiar y la marginalización social.  

Por otra parte, la criminología no solo proporciona una comprensión de las causas del crimen, sino que también ofrece información de gran importancia sobre qué estrategias son más efectivas para prevenir y controlar la delincuencia. A través de la evaluación de programas y políticas existentes, los criminólogos pueden determinar qué enfoques son exitosos, cuáles son ineficaces y cuáles pueden tener efectos negativos o bien, si necesitan reformarse. Este proceso es crucial para el diseño de políticas criminales basadas en evidencia que aborden de manera efectiva las necesidades específicas de las comunidades y reduzcan tanto la incidencia como las consecuencias del crimen.

Sin embargo, a pesar de la abundante evidencia y conocimientos proporcionados por la criminología, la política criminal a menudo puede verse estancada debido a diversos factores, entre ellos la resistencia al cambio, la influencia de intereses políticos y la falta de voluntad para adoptar enfoques integrales que tengan como fin erradicar la violencia desde su origen. Para superar este estancamiento, es necesario un compromiso con los principios de la criminología, de igual manera se requiere una mayor colaboración entre los investigadores, los responsables de formular políticas y las comunidades afectadas.


 

 

La relación entre Derecho Penal, Criminología y Política Criminal

La interrelación entre el derecho penal, la criminología y la política criminal es un tema de gran importancia en el ámbito jurídico y social, estas disciplinas se relacionan en el estudio, comprensión y aplicación de normas y medidas relacionadas con la prevención, control y sanción del delito.

El derecho penal es la rama del Derecho encargada de establecer las normas y sanciones aplicables a las conductas delictivas, su principal objetivo es proteger los bienes jurídicos fundamentales de la sociedad y garantizar la convivencia pacífica. Por otro lado, la criminología es una ciencia que estudia el fenómeno delictivo desde diferentes perspectivas, incluyendo factores sociales, psicológicos, económicos y biológicos, el propósito fundamental de la misma es entender las causas, características y consecuencias de la conducta criminal.

Por su parte, la política criminal actúa como intermediario entre el derecho penal y la criminología, ya que se encarga de formular y ejecutar estrategias para abordar el problema del delito desde una perspectiva integral y efectiva. Esta política se basa en los principios y conocimientos proporcionados por la criminología, así como en los valores y objetivos establecidos por el derecho penal. Las mismas tienen como principal objetivo diseñar medidas legislativas, programas de prevención, sistemas de justicia penal y políticas de reinserción que sean coherentes y efectivas con los principios jurídicos y con las evidencias empíricas.

Cabe destacar que la relación entre estas disciplinas es compleja y dinámica, ya que se retroalimentan y complementan mutuamente en un proceso continuo de intercambio de información y conocimientos. Por su parte, el derecho penal se beneficia de los hallazgos y teorías criminológicas para fundamentar sus decisiones y políticas, mientras que la criminología encuentra en el derecho penal un marco teórico para sus investigaciones y propuestas de intervención. De esta manera, la política criminal utiliza tanto los fundamentos jurídicos como los conocimientos criminológicos para elaborar estrategias eficaces de control y prevención del delito.

Así mismo, un aspecto que cabe destacar de esta relación es la necesidad de mantener un equilibrio entre la eficacia en la lucha contra el delito y el respeto a los derechos individuales y las garantías procesales. En este sentido, es necesario que el derecho penal establezca límites y procedimientos que deben ser respetados en la aplicación de medidas carcelarias y jurídicas, mientras que la criminología debe proporcionar información sobre la eficacia y los posibles efectos adversos de estas medidas en la sociedad.

Cabe destacar que la relación entre estas tres disciplinas se ve influenciada por factores políticos, económicos y culturales que determinan las prioridades y enfoques de la política criminal en cada contexto. Por ejemplo, en sociedades con altos índices delictivos, es probable que se adopten medidas más represivas y centradas en erradicar la violencia, mientras que en sociedades donde el sistema carcelario trabaja con enfoques preventivos y rehabilitadores, se pueden implementar políticas más orientadas hacia la prevención y la reinserción social.

 

Conclusiones

En conclusión, la criminología desempeña un papel fundamental en la formulación de políticas criminales efectivas al proporcionar evidencia empírica, comprender las causas del crimen y diseñar intervenciones basadas en evidencia. Como parte de la formulación de la política criminal en la sociedad moderna, es crucial aprovechar el conocimiento y la experiencia de ciencias como el Derecho y la Criminología, así como fomentar la colaboración y el diálogo entre todos los actores involucrados, con esto se puede avanzar hacia un sistema de justicia más equitativo, efectivo y humano.

De igual manera, la relación entre el derecho penal, la criminología y la política criminal es fundamental para comprender y abordar el fenómeno delictivo en la sociedad contemporánea. Estas disciplinas se complementan entre sí, proporcionando los fundamentos teóricos, normativos y empíricos necesarios para desarrollar políticas públicas efectivas en la prevención, control y sanción del delito. Sin embargo, es importante que esta relación se base en principios éticos y respeto a los derechos humanos, garantizando así una justicia penal equitativa y efectiva para todos los ciudadanos.

 


Bibliografía:

Donnini, M (2015) La seguridad como horizonte totalizante del Derecho Penal. Estudios de política criminal y derecho penal, Actuales Tendencia. Gaceta Jurídica S.A. pp. 57-78

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